29 de octubre de 2013

¿Hace falta desnudarse?

Parece ser que se ha puesto de moda: muchas cantantes y artistas salen desnudas (o semidesnudas) en los vídeos promocionales de sus canciones. Podría poner ejemplos y dar nombres, pero no lo haré para no darles ninguna difusión ni cobertura.
Parece ser que entre las artistas de última generación y que antaño eran inocentes niñas de la industria Disney, se ha puesto de moda aparecer desnudas para captar mayor audiencia y causar sensación entre sus fans.
Parece ser que la música por sí misma no genera expectación y hay que utilizar otras herramientas más llamativas para que el número de fans aumente de forma desorbitada.
Creo que ninguna de esas cantantes necesita posar desnuda para vender sus discos y promocionar sus conciertos. Sinceramente, creo que se equivocan y pierden personalidad. 
Lo peor de todo es que ese es el tipo de artistas a las que siguen nuestros jóvenes, a las que imitan y copian desde el peinado, la forma de hablar, la forma de vestirse...

26 de octubre de 2013

Nos creemos superiores


Los fariseos en tiempos de Jesús eran aquellos que se encargaban de que todos cumplieran la Ley de Moisés y nadie se saliera de la norma establecida por Dios para el pueblo de Israel. Ellos -los fariseos- tenían fama de ser cumplidores, rectos y serios. Los publicanos eran los recaudadores de impuestos, encargados de recolectar el dinero y entregárselo a los romanos. Tenían fama de ladrones, mentirosos y traidores, por ser amigos de los romanos.
¿Existen hoy fariseos: gente que se cree perfecta y que mira por encima a los demás? –Sí, hay unos cuantos.
¿Existen hoy también publicanos: gente a la que se le pone etiquetas negativas, aunque muchas veces son falsas? –Sí, hay unos cuantos.
Sería bueno que revisáramos nuestra vida, porque quizá a veces podamos ser como el fariseo, y nos creemos superiores a los demás. Quizá en algunos momentos nosotros, como sacerdotes, religiosos o laicos creemos que solo nosotros tenemos la razón, y que los hermanos evangélicos, ateos, musulmanes o de cualquier otra religión están en el error o son pecadores…
Quizá también en nuestro trabajo si tenemos un cargo de responsabilidad tratamos de forma autoritaria e inhumana a nuestros empleados.
A veces también en casa podemos mirar por encima del hombro a nuestro esposo o esposa, a nuestro hermano o hermana, cuando nos creemos superiores en algunas cosas y consideramos que la otra persona es inútil en tal o tal cosa.
En otras ocasiones podemos creernos superiores ante algunos hermanos o hermanas de comunidad que no hacen las cosas como nosotros o que faltan mucho al grupo.
La última frase del evangelio de hoy es clarísima: “El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido”.

22 de octubre de 2013

La mujer en la Iglesia



En esta semana me he encontrado dos casos que para mí demuestra el papel secundario y excluyente que en nuestra Iglesia tiene la mujer. Les cuento.
El primer caso me ocurrió cuando iba haciendo diligencias y pasé cerca de una Iglesia que es visitada por turistas. Había un grupo grande de extranjeros que se disponían a entrar en dicha Iglesia. Me fijé que a la mayoría de las mujeres les habían dado un "pareo" (una tela, una mantilla) para cubrir sus hombros o las piernas cuando la falda o el pantalón era excesivamente corto. Hasta ahí lo vi normal. Pienso que si entramos en una Iglesia debemos hacerlo con respeto y pudor. Pero mi sorpresa fue cuando vi a varios hombres que llevaban una camiseta de tirantes o pantalones muy cortos y a ellos no les dieron nada para cubrirse. Quizá el encargado o encargada de la cuestión no se dio cuenta. O tal vez es que sólo las mujeres provocan y escandalizan yendo destapadas. Tal vez lo que ocurre es que quien ha puesto la norma es un hombre y solo ve falta de respeto en la mujer. No sé.
El otro caso fue el mismo día, cuando estaba de vuelta a casa y prendí la radio del carro. Me puse a buscar alguna emisora donde escuchar algo interesante. De repente sintonizo una emisora en la que estaban rezando el Ángelus; algo normal en una emisora católica, ya que eran las 12:00 del mediodía, hora en la que tradicionalmente se reza esta oración. Mi sorpresa fue escuchar cómo quien dirigía el rezo era la voz de un varón, mientras que las que respondían en masa eran todo mujeres. Y es que esa anécdota refleja lo que ocurre a gran escala en muchas ocasiones en nuestra Iglesia: el hombre manda, dirige y marca el camino, mientras que las mujeres obedecen, son dirigidas y caminan por donde los varones dicen. Estoy seguro que las personas que llevan esa emisora de radio no lo han hecho con esa intención. Ocurre que la mayoría de las personas que escuchan este tipo de emisoras son mujeres, ocurre que también la mayoría de personas que asisten a nuestras Iglesias son mujeres, ocurre que la mayoría de las veces quienes nos enseñan a rezar de pequeños son mujeres: nuestra mamá, nuestra abuela... Quizá hubiese sido más oportuno que una mujer dirigiera el rezo, y que el pueblo que responde estuviera integrado por voces masculinas y femeninas. No sé, tal vez.
Puede ser que yo esté sacando estas cosas de contexto y que esté equivocado o esté ofreciendo una interpretación errónea. Pero quizá en nuestra Iglesia debiéramos revisar más estas cuestiones y ser un poco más inclusivos para que todos podamos sentirnos "importantes" dentro de la Iglesia.
El Papa Francisco está abriendo las ventanas de la Iglesia para airear lo que hay dentro y que entre aire fresco. Ojalá y estas cuestiones del papel de la mujer en la Iglesia pudieran revisarse. Ojalá.



19 de octubre de 2013

Fe + Caridad = Misión


En la vida estamos acostumbrados a tener fórmulas para casi todo. Si hablamos de limpieza es fácil encontrarnos algún anuncio de la tv que nos dice cuál es la fórmula mágica, el producto que todo lo limpia. Si hablamos de comida cada uno tiene su receta especial para que esa comida le quede exquisita. Si hablamos de enfermedades hay gente que tiene remedios y fórmulas caseras para sanar todas las dolencias. Si hablamos de ropa y de cómo ir vestidos casi todo el mundo tiene su propia fórmula para ir bacanísimo. Si hablamos de estudios todos los estudiantes tienen su sistema o fórmula especial para estudiar y no quemarse en los exámenes.
Pero si hablamos de las cuestiones de Dios, ¿cuál sería la fórmula que nos ayude a encontrarnos más cerca de Él?
He aquí que en este domingo, las Obras Misionales Pontificias que organizan el DOMUND (Domingo Mundial de las Misiones) nos ofrecen una fórmula para ser auténticos testigos y misioneros del Evangelio. Nos dicen que si somos capaces de conjugar la fe en Dios y la caridad con los hermanos estaremos misionando, dando testimonio de Cristo en la tierra.
Pero esa fórmula ya la ofreció Jesús cuando habló del amor a Dios y al prójimo. Ése es el secreto de la felicidad y del triunfo en el Reino de los cielos.
Creer en Dios y ayudar al hermano es la mejor forma de hablar de Dios. A veces nos pensamos que la mejor predicación es aquella que utiliza bonitas y acertadas palabras, pero aquí vemos que la mejor manera de misionar es mirando al cielo con fe y mirando a la tierra con caridad.

Hermano y hermana, si aún no has puesto esta fórmula en práctica, ¿a qué esperas?

16 de octubre de 2013

Ya es Navidad


Hoy me levanto, y, mientras desayuno, escucho cómo los niños y niñas de la Escuela Infantil que hay al lado de mi casa están cantando una melodía cuya letra dice: "Ya está aquí la Navidad". Puse un poco más de atención porque pensaba que aún no me había despertado del todo y estaba soñando... y efectivamente, la canción repetía una y otra vez "Ya está aquí la Navidad".
Ayer abro el periódico El Caribe y una de las noticias principales es que ya están a la venta los adornos de Navidad.
El fin de semana pasaba de noche por una de las principales avenidas de la capital y veo un reguero de luces y adornos de Navidad amarrados a los árboles.
Algunos establecimientos ya han decorado sus espacios con motivo navideños.
¿Cómo puede ser posible que más de dos meses antes del "Nacimiento de Jesús" ya lo estemos celebrando? ¿dónde queda el Adviento, la preparación para esa fiesta tan importante? -Por desgracia todo eso (Adviento, preparación) en nuestra sociedad de consumo suena a chino.
Así pasa que cuando llega verdaderamente la Navidad, el día 25 de diciembre (o para los más adelantados, el día 24 en la Misa del Gallo) ya no hay nada que celebrar, porque ya hemos festejado todo lo que había que festejar. El cuerpo llega exhausto y los bolsillos vacíos.
Lo que más pena e indignación me da es que una fiesta religiosa se convierta en una fiesta comercial, donde tan solo se mueven intereses económicos.
Sé que es difícil luchar contra todo eso, porque los hilos del poder económico son muy fuertes, pero al menos es bueno que seamos conscientes críticos con esta realidad.

12 de octubre de 2013

¡Cuánto racismo!

Ya lo he dicho en otras ocasiones que a mí la situación que vivían los judíos y los samaritanos se me asemeja un poco a la relación que existe entre los dominicanos y los haitianos.
En el tiempo de Jesús los judíos miraban por encima del hombro a los samaritanos, los consideraban de segunda categoría e indignos del favor de Dios.
Espero que nadie se me ofenda, pero en estos últimos tiempos estamos viviendo a nivel institucional una clara demostración de racismo y xenofobia desde nuestro país hacia el pueblo haitiano. La decisión del Tribunal Constitucional de negar la nacionalidad a aquellos hijos de haitianos que han nacido en nuestro país es algo ridículo e inhumano. Yo no entiendo de leyes, pero sí de humanidad. Por eso miro nuestra sociedad y veo que explotamos a los haitianos, les damos los puestos de trabajo más denigrantes, les pagamos una miseria, no les cubrimos el seguro laboral, les ponemos a trabajar también los domingos… y luego ni siquiera somos capaces de permitir que sus hijos, nacidos aquí, crecidos aquí, educados aquí y que trabajan aquí, sean reconocidos como ciudadanos dominicanos de todo derecho. ¡Dios mío! ¿dónde vivimos? En cualquier país civilizado eso no ocurre. ¿Será que nosotros no vivimos en un país civilizado?
En el evangelio de hoy sólo el samaritano (el extranjero, el indigno, el infiel, el despreciable…), aquel al que los judíos miraban por encima del hombro, se acerca a dar gracias a Jesús por haber sido curado.
Dios está siempre del lado de los más desfavorecidos, por esto estoy convencido de que Dios está del lado de estas personas que han perdido su nacionalidad y ahora no saben si son dominicanos, si son haitianos o si no son de ninguna parte. Si algún día recuperan su nacionalidad mirarán al cielo y le darán gracias a Dios (como lo hizo el samaritano a sentirse curado), mientras que nosotros nunca jamás le hemos dado gracias a Dios por haber nacido de este lado de la isla y gozar de algunos privilegios.

5 de octubre de 2013

¿En qué creo? ¿en qué no creo?

A veces cuando uno lee el boletín se acerca a este espacio de reflexión buscando respuestas y soluciones a las cuestiones de la vida… pero hoy no va a ser así. Hoy lo que les propongo es una pregunta, o mejor dicho: dos preguntas.
Estamos en el Año de la fe y el evangelio de este domingo nos invita a creer y pedir a Dios que nos aumente la FE.
Por eso, yo les invito a hacer un ejercicio sencillo y práctico: Revisen cuáles son sus creencias, en qué cosas o personas ponen su confianza, en qué o en quién creen ustedes.
Quizá en el listado aparecen el dinero, el trabajo, la familia, Dios, la esposa o el esposo, en mis padres, en los medios de comunicación, en el Presidente del Gobierno, en mi partido político, en Dios…
¿Ya respondiste?
Ahí va la segunda pregunta: ¿en qué o en quién yo no creo?
Quizá en la lista ustedes dicen: yo no creo en los mentirosos, yo no creo en mi jefe, yo no creo en la gente que tiene una doble cara, yo no creo en la Loto, yo no creo a los charlatanes…
Les invito a que cuando ustedes hagan estos dos listados los compartan con alguien de su entorno: de su familia, de su comunidad de fe, de sus vecinos…

Después de haberlo hablado con alguien, toma una hoja y escribe “Yo creo en Dios”, y ponlo en un lugar visible de tu casa para que tú lo veas y lo vean también aquellos que te visiten.

2 de octubre de 2013

Mango y Manguillo: ¿Qué hay en el cielo?


Manguillo: Hola, Mango, quería hacerte una pregunta: ¿tú sabes qué hay en el cielo?
Mango: Oh, Manguillo, eso es fácil de responder: nubes, aves y aire puro.
Manguillo: No, Mango, eso ya lo sé. Me refiero al otro cielo, el que nos espera cuando nos muramos.
Mango: Pues a eso te respondía. Mira, habrá nubes para descansar, aves para ir de un lado a otro de forma divertida, y aire puro para poder respirar bien.
Manguillo: ¿Pero no dicen que allí estará Dios?
Mango: Claro, Manguillo, es que Dios es la nube que nos ofrece descanso, el ave que nos transporta y el aire más puro que podemos respirar.