30 de abril de 2013

Manos a los libros, y no al dinero



En estos días he tenido la oportunidad de acercarme a la Feria del Libro. Ya otros años lo he hecho y después de vivir aquí ya casi 4 años, ando preguntándome: ¿en qué repercute tanta Feria del Libro en la vida de la gente, en su nivel educativo, en su deseo por leer libros, en su derecho a recibir una educación digna? ¿en qué medida las instituciones educativas y gubernamentales se toman en serio el crecimiento intelectual de los ciudadanos? -Igual estoy equivocado, pero en poco. ¿Y saben por qué? -Porque la Feria del libro debe ir acompañada de otras Ferias.
Por ejemplo debería haber una "Feria de la Escuela", donde se promueva tener mayor calidad educativa, en donde los muchachos no tengan que estar en una escuela donde el suelo es de tierra, el techo tiene abundantes goteras y los profesores tengan más faltas de ortografía que los alumnos; se podría organizar también una "Feria de la Dignidad", para hacer que los profesores (los que lo merezcan, claro) reciban sueldos dignos; también podría organizarse una "Feria de la Honestidad", donde el Gobierno no malgaste el dinero para Educación en otras cuestiones; quizá vendría bien una "Feria de la Niñez", para que en lugar de estar muchos niños por las calles sacando brillo a zapatos ajenos, vendiendo fruta o limpiando vidrios (parabrisas), pudieran tener una oportunidad para jugar e ir a la escuela. Se me ocurre que se debería organizar una "Feria de la Limpieza" en donde se fomente el orden y la limpieza y no ocurra como yo he visto en esta Feria del Libro: contenedores llenos de basura que nadie recoge. Y lo más curioso es que a 10 metros estaban repartiendo brochures con el siguiente slogan: "Reclicla, Reduce, Reusa".
De verdad, que no quiero reprochar absolutamente nada a los organizadores de la Feria del Libro. Creo que en su conjunto está bien ideada, y tiene una oferta sugerente. Pero, sinceramente de qué sirve dicha Feria si no va acompañada de "otras Ferias" también importantes.
Es bonito ver cada día cantidad de escolares paseando por la Feria, parando en cada puesto y ojeando libros. Pero la gran mayoría de ellos en sus casas sus papás no disponen de dinero suficiente para comprarles un buen libro, porque primero tienen que pensar en comer, evidentemente. Además, muchos de estos niños y niñas que pasean a diario por la Feria no disponen en sus escuelas de una biblioteca mínimamente equipada para responder a las necesidades de sus alumnos.
Voy a poner un ejemplo claro y rotundo: al lado de nuestra Parroquia hay un edificio que llaman "Biblioteca" y si pasas allí ves de todo menos libros. ¡Qué curioso! ¿Será que cuando hicieron el edificio se quedaron sin recursos económicos y no les dio el presupuesto para comprar los libros? ¿Será que lo que interesa es la fachada, el título y lo de dentro no le importa a nadie? ¿Será que el concepto de biblioteca que tienen nuestros políticos es distinto al que tenemos el resto de los ciudadanos? -Desconozco la respuesta a estos interrogantes, pero lo que está claro es que hay una biblioteca -así llamada- vacía de libros.
No quisiera pensar mal, pero tal vez esta Feria del Libro en el fondo tenga mucho de Feria y poco de Libro. Mucho paseo, mucho entretenimiento, mucho regalito, muchos brochures, muchos marca-páginas, pero luego más nada. Quizá, sin darse cuenta o con intención, están dando al pueblo lo que los romanos daban en llamar "pan y circo": comida para que la gente tenga el estómago lleno, y espectáculo para tenerlos entretenidos y distraídos.
Quizá me equivoque, pero en este país se lee poco. Ojalá y esta Feria que se repite todos los años fomente ese entusiasmo por la lectura, aunque no nos olvidemos que se deberían celebrar "otras Ferias" tan necesarias como la del Libro.
El slogan de este año de la Feria es muy bonito: "manos a los libros". ¿Escucharon bien, queridos amigos políticos? Manos a los libros, y no al dinero.

27 de abril de 2013

Nos amamos



¿Cuántas veces nos han dicho o hemos dicho: “te amo”? Se lo dicen los novios (sobre todo cuando están empezando la relación, porque hay que “conquistar al otro”), se lo dicen los papás a los hijos (probablemente mucho más que los hijos a los padres), se lo dicen dos amigas o dos amigos (o aunque no se lo digan, al menos lo piensan).
Y Jesús también se lo dice a sus discípulos: “ámense, como yo les amo a ustedes”. Jesús les amaba mucho realmente, porque incluso fue capaz de dar la vida por ellos.
Pero además, les invita a que se amen entre ellos, que se quieran para que de esa forma la gente les reconozca como verdaderos discípulos del maestro.
¿Ustedes creen que los discípulos no eran distintos? Claro que sí, cada uno de su padre y de su madre: unos pescadores, otros recaudadores de impuestos, otros celotes; unos eran jóvenes y otros mayores; unos tenían un carácter fuerte y otros más bien eran dóciles. Y Jesús les pide que se quieran, que se amen los unos a los otros.
¿Se piensan ustedes que los primeros discípulos no tuvieron sus discusiones, sus enfrentamientos suaves y formas distintas de ver las cosas? Claro que sí, pero supieron entenderse, ceder y estar abiertos, porque en el fondo había ese amor del que les habló Jesús.
Hoy también en la Iglesia estamos gente muy distinta, cada uno de nuestro padre y nuestra madre, pero ojalá y podamos entendernos y ceder en nuestras posturas mentales. Eso significará que hay amor entre nosotros, tal y como lo quería Jesús.

23 de abril de 2013

Un Mango para "los hombres de colmado"


Hoy salí con el carro de casa. En el trayecto hacia el lugar donde iba, pasé por varios colmados. Y en todos la misma o similar situación: 3 ó 4 hombres sentados en la puerta, contemplando el paisaje, hablando a gritos (porque así es que ellos se cargan de razones) y sacando pecho (como auténticos pavos reales). De vez en cuando la conversación se cortaba y se hacía silencio al pasar una muchacha linda. Y muchos andaban también con la mano ocupada sujetando una botella de ron o cerveza. No es la primera vez (ni será la última) en que veo este panorama, pero en esta ocasión como que me ha indignado un poco, y por eso les dedico a todos ellos esta mango sabroso.
Eran las 10,30 de la mañana y ya estaban ahí celebrando el qué, porque no creo que estuvieran celebrando la victoria de su equipo de béisbol  ni estuvieran festejando el cumpleaños de alguno de ellos, ni descansando y refrescándose un poco después de una dura jornada de trabajo. No, señor, no. Ellos estaban ahí porque probablemente es lo único que saben hacer, porque su vida se reduce a eso y poco más.
Mientras que ellos están ahí disfrutando y gastando el dinero, sus esposas están en el trabajo buscando un sueldecito, o limpiando y cocinando en casa para ahorrar lo poco que ganan. Mientras ellos están ahí, sus hijos están en la escuela dando ejemplo a su papá de que en la vida hay que esforzarse. Mientras que ellos están en el colmado "derrochando energía" su casa se cae a pedazos y las paredes están reclamando una mano de pintura.
En el fondo esta situación refleja una vez más el machismo que impera en este país, donde un gran porcentaje de mujeres son las que levantan a sus familias y hacen que sus hijos sean algo en la vida. Menos mal que algunas doñas inteligentes botan de sus casas a esos vagos, pero hay muchas otras que no se atreven, que viven atemorizadas y sometidas.
Lo que más me ha sorprendido y molestado de todo es que muchos de ellos eran bien jóvenes. ¿Cómo puede crecer un país con esas "piezas de museo"? ¿cómo puede prosperar una nación con esas "estatuas de adorno"? ¿cómo puede vivir una familia con esos "personajes de ficción"? Bien es cierto que hay dos cosas que crecen considerablemente en este caso: la vagancia y los ingresos económicos de las fábricas de ron y cerveza.
Quizá muchos de ellos son víctimas de una sociedad que da pocas oportunidades, que ofrece sueldos bajos y denigrantes. Quizá muchos de ellos no se esfuerzan porque reciben por otro lado algún sueldecito camuflado de algún partido político (sueldos botella, llaman en Rep. Dominicana). Pero eso no justifica esta situación
Queridos "hombres de colmado", sean un poco más inteligentes y más humanos. Y si no quieren trabajar o no pueden trabajar, al menos no salgan a la calle a pasear o refrescar su vagancia en el colmado.
Mujeres que soportan a esos vagos, ni un minuto más. No es posible que ustedes quieran y estén enamoradas de un hombre así. Eso es imposible. Les propongo que apliquen la frase de San Pablo: "el que no trabaje que no coma".

20 de abril de 2013

Un Pastor y muchas Ovejas



La figura del Pastor es una de las más repetidas en el Evangelio por Jesús. Continuamente Él se pone como pastor y nos trata a todos los demás como ovejas.
Se ve que eran muchos los pastores que le seguían y por eso utilizaba esa comparación para hablar de Él y de nosotros.
Lo interesante del tema es que el único y verdadero Pastor es Él, y las ovejas somos muchas, tantas que es difícil de contabilizar. Eso hace que Jesús tenga mucho, pero que mucho trabajo, porque algunas ovejas son fáciles de llevar pero otras son rebeldes y respondonas. Incluso alguna oveja se convierte en cabrito o cabrita en más de una ocasión.
Por eso, les invito a que hagamos lo más fácil y llevadero el trabajo de Pastor a Jesús. ¿Cómo? Muy sencillo:
  • -       Siendo dóciles a su voluntad, escuchando atentamente su Palabra y dejándonos llevar por Él.
  • -   Compartiendo con las demás ovejas el pasto, el alimento y nuestra vida; no pisándonos y haciéndonos daño.
  • -       Buscando junto al Pastor a aquellas ovejas que andan despistadas y perdidas.
  • -       Llamando con nuestro “balido” a otras ovejas que quieran ser de este mismo rebaño.
  • -       Dando “buena leche”, y no “mala leche”, con la que se pueda hacer un buen queso o un yogurt que cualquiera pueda tomar.

Para Jesús sería más fácil ser un Buen Pastor, si nosotros somos Buenas Ovejas.

16 de abril de 2013

Llamar a cada uno por su nombre


Hace unos días conversaba con un joven y me decía: "mira, yo en catequesis llamo a cada niño y niña por su nombre. No ando diciéndoles `oye, muchachito', `oye, muchachita', porque creo que cada uno de ellos es importante y no hay cosa más linda que llamarle a uno por el nombre que ha recibido".
En mi recorrido como catequista o acompañante de catequistas, siempre me pareció fundamental saber y conocer el nombre de los niños, pero cuando llegué aquí a Rep. Dominicana se me complicó la historia porque hay de cada nombre que hay que hacer un curso previo para entender algunos nombres y saber cómo se escriben.
Revisando en la Biblia he recordado que Dios siempre llama a cada uno por su nombre, especialmente cuando tiene una misión preparada para alguien. Además en el relato de la creación, cada vez que Dios crea algo, lo nombra y queda hecho.
Algo así podría ocurrir entre nosotros, cada vez que dijéramos el nombre de alguien que surgiera en él o en ella una nueva creación, una recreación, una renovación que viene de parte de Dios.
Mangantes, les invito a hacer el esfuerzo de llamar a cada uno por su nombre, porque de esa forma estamos dando vida a otras personas.

13 de abril de 2013

El mismo Pedro



No hace muchos días celebrábamos la Semana Santa y contemplábamos con dolor y sufrimiento la Pasión y Muerte de Jesús. Algunos (la mayoría) lo abandonaron y dejaron solo. Unos huyeron por miedo, otros por cobardía, otros por traición. Pero el caso más conocido quizá es el de Pedro que le niega tres veces y dice no conocer al Maestro.
Aquella escena de Pedro negando al Mesías y su vinculación con él nos desorientó y desmontó la imagen que teníamos de Pedro.
Pero hoy en el evangelio, después que los discípulos hacen “su faena” se encuentran con el Señor resucitado y el diálogo que se establece entre Jesús y Pedro es muy interesante, porque el Resucitado pregunta por tres veces a Pedro si le ama. Igual que Pedro le negó cuando Jesús fue ajusticiado y condenado, ahora dice no solo que le conoce sino que le ama.
Ante la respuesta de Pedro, Jesús le invita a apacentar a las ovejas. Si antes Pedro fue cobarde, ahora se demuestra valiente. Si antes renegó de Jesús, ahora reafirma su compromiso con Él. Si antes huía de la amistad con Cristo, ahora dice que le ama.
Todo ese diálogo en el fondo busca hacernos descubrir la importancia y transcendencia que Pedro tuvo en las primeras comunidades y su papel como sucesor de Cristo en la andadura de los primeros cristianos.
Hoy también Jesús nos pregunta a cada: “¿Me amas?”