8 de febrero de 2011

Curiosa explicación

     Hace poco visité una iglesia en una ciudad de este país. Al pasar por la puerta principal me abordó un señor que comenzó a hacer gestos con las manos y emitir ruidos por la boca. Me di cuenta que era sordomudo y que esa era la forma que tenía de expresarse. Ante mi inutilidad para poder comprenderle seguí mi marcha y entré en la iglesia. Pero me di cuenta que no me había librado tan fácilmente de aquel hombre. Estuvo siguiéndome durante todo el recorrido gesticulando y emitiendo esos sonidos para mí incomprensibles. Después de un rato, empecé a entender lo que estaba ocurriendo: el señor era el guía de la iglesia e iba "explicando" a los visitantes los diferentes espacios y obras de arte del edificio. ¡Increíble!
     Por un lado me entró la risa, porque jamás había visto una escena tan cómica y jamás había pensado que una persona sordomuda pudiera enseñarme una iglesia. Pensé: ¡Esto sólo se ve en este país!
     Pero, por otro lado, la situación me hizo ver la capacidad del ser humano para ganarse la vida. Si a este señor se le ha presentado la oportunidad de enseñar esa iglesia, él la está aprovechando bien. Si no sabe o puede hablar, si él no sabe o no entiende de arte, eso no es problema.
     No creo que este buen hombre saque mucho dinero por su "explicación" de la iglesia, pero seguro que son muchos los que se compadecen y le sueltan unos pesos. Al fin y al cabo es lo que él quiere: poder conseguir un dinerillo para ir viviendo.
     Enhorabuena, señor-guía, porque es capaz de superar las dificultades y, además hace lo que sea para ganarse la vida.

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