8 de octubre de 2010

Una dominicana española, un español dominicano

Un día de los que estaba en España, me acerqué a una tienda de souvenirs en una calle céntrica de Madrid, para comprar algunas cosillas "tipic spanish". Al ir a pagar me atendió una chica que por su color de piel y su acento no parecía española, sino más bien dominicana. Me atreví a preguntarle y ella corroboró mi intuición. Nos pusimos a conversar y le conté que yo vivía en su país, en el barrio de Las Caobas. Ella sonrió y me dijo: "¡qué casualidad, yo soy de Vicente Noble, en Barahona, pero cuando voy a la capital me alojo en Manoguayabo (Barrio limítrofe con Las Caobas, donde vivo yo)!"
Le pregunté si ella estaba a gusto en España, me preguntó si yo estaba a gusto en República Dominicana... Hablamos un rato, me despedí y allí se quedó ella vendiendo artículos de regalo de España. ¡Qué paradoja, una dominicana vendiendo propaganda española!
Amiga dominicana española, imagino que echarás de menos tu tierra, tu gente, tu arroz con guandules y el merengue, de igual manera que yo echo de menos mi tierra, mi gente, mi jamón y el pasodoble. La vida (o Dios) hace que tú estés en mi tierra y que yo esté en la tuya. Por eso yo, un español dominicano, te pregunto: ¿uno es de dónde nace o de dónde pace? 



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