Un Mango para vosotros, los que vivís con el ruido dentro

     Ayer celebrábamos la lucha contra el cáncer de mama. Por ese motivo quiero recordar no sólo a las mujeres que viven esa enfermedad, sino a todas las personas que padecen ese mal. A todos los que conozco (familiares y amigos) que sufren cáncer les dedico este cuento: "Si el ruido te molesta, conviértelo en melodía".

Un día que estaba solo en mi casa empecé a escuchar ruidos. Me levanté del sofá y me di una vuelta por la casa, miré en todas las habitaciones y no encontré nada. Desconcertado, me volví al salón. Y después de un rato volvieron de nuevo los ruidos.

Así estuve varios días, hasta que llegué a la conclusión de que el ruido provenía de la misma casa. Por eso llamé a un arquitecto para que revisara los muros, los cimientos, el tejado, el piso, los azulejos... y me dijo: "Mire, no le sé decir los motivos, pero la casa, efectivamente, hace ruidos. Se me ocurre empezar quitando algunos azulejos, y así vemos si se paran esas emisiones acústicas molestas". Los albañiles comenzaron a desmontar los azulejos del baño y la cocina. Parecía que los ruidos habían desaparecido... pero después de ocho días volvieron. Llamé de nuevo al arquitecto y me dijo: "lo intentaremos con algunas paredes, las quitaremos y a ver si eliminamos ese ruido molesto". Fueron eliminando algunas paredes y el ruido desapareció.

Mi casa ya no está todo lo bonita que estaba hace unos meses, pero he conseguido que haya paz.

He hablado de estos ruidos con algunos amigos y me han dicho que ellos también han vivido esa misma pesadilla. Y me ha llamado la atención cómo cada uno se ha enfrentado a esos ruidos. Pero sobre todo me gustó lo que me dijo Antonio, un señor mayor: "Yo no puedo eliminar el ruido de mi casa, eso no está a mi alcance, es cosa de los arquitectos; pero sí soy capaz de convertirlo en melodía". Por eso, cada vez que entro en mi hogar me alegro que ya no haya ruidos, pero también tengo claro que si algún día vuelven, los convertiré en melodía.

     El cáncer es una enfermedad dura para el que la padece, y para los que viven alrededor. Es importante que luchemos contra él. Si el cáncer te muerde, muérdele tú a él. Y si no puedes morderle, convierte el ruido en melodía.

(Dedico este cuento a dos mujeres: P.B. y C.G.C.,

una de ellas pudo con la enfermedad, la otra no;

pero ambas supieron transformar el ruido en melodía).