Titulitis

Este verano, antes de empezar la Boda de una amiga, estando en la Sacristía con otros dos amigos ultimando algunos detalles de dicha Boda, entró un señor muy trajeado, con chaqueta y corbata, bien peinado, que con voz grave y profunda, con seriedad y convencimiento pregunta: "¿quién es el sacerdote que va a celebrar?". Y yo, sin tanta gravedad respondí: "soy yo".
"Encantado -dijo él-, yo soy el director del Coro que va a cantar en la ceremonia, le traigo los cantos que entonaremos".
Y sin preguntarle, continuó: "No sé si sabrá, Padre, que dirijo 5 coros, uno de ellos es el Coro con más componentes de esta Provincia, con algunos de esos coros hemos recorrido varios países de Europa; además he grabado 12 discos, soy profesor de música en el Conservatorio, soy compositor de música clásica, arreglista, toco el piano... Pero ya me estoy retirando, y estoy dejando mi legado a mi hijo. Él sigue mis pasos".
Me quedé pálido, no por todas las cosas que hacía, sino por lo bien que se tenía aprendida su carta de presentación. Y, con cierto miedo a que siguiera completando su lista de éxitos, le dije: "me alegro".
Probablemente este señor es una bellísima persona, es un hombre bueno que hace bien su trabajo, pero le sobran títulos.
A veces nos cargamos de títulos, de cargos, de responsabilidades, de papeles que demuestran lo importantes que somos, y no caemos en la cuenta de que todo eso no nos da el pase para el Reino de los cielos.
La titulitis es una enfermedad de nuestro tiempo, que consiste en el aumento escesivo del ego debido a unas ansias de demostrar a tu alrededor lo importante que eres. Dicho de otra manera: tantos títulos tienes, tanto vales. Esa enfermedad ya la detectó antes que yo Migueli (un cantautor de múscia religiosa) que le dedica la canción que podéis escuchar y ver más abajo, a todos aquellos que van cargados de títulos al cielo. Él nos explica con mucha gracia qué es lo que les dice Dios a todos esos.
El vídeo que podéis ver a continuación tiene una introducción del propio Migueli, y luego viene la canción. No dejes de verlo, os lo aconsejo.

(Aquellos que tengan el oído sensible, que se escandalicen por cualquier cosa, que tengan una idea demasiado puritana de Dios... que no pongan el vídeo; les puede hacer daño.

Sé también que la palabra que más se repite en el Estribillo, aquí en República Dominicana como en otros países de habla hispana, suena fatal, pero hay que abrir la mente, porque Dios es el primero con la mente abierta)

Para los que tenemos títulos y tenemos la tentación de restregárselo a los demás, ahí va esta canción:

"Titulitis"