6 de septiembre de 2010

Un mango para Orencio

Hola Orencio:
No hace mucho que nos hemos visto y hemos podido recordar los buenos momentos que vivimos por Pucela años anteriores... y quiero enviarte un mango para contarte que hace una semana he visto una película-documental sobre la vida de un cura. La peli habla de Pablo, un sacerdote que parece ser que era normal, que hablaba bien, que era divertido, que se ganaba a la gente y que contagiaba a Dios. No han hecho el documental porque el cura en cuestión fuera un pederasta, un ladrón de cepillos de misa o un fundamentalista pseudo-talibán... No, repito, era un cura normal, de los que no suelen salir en las portadas de los periódicos, de los que no son noticia en el telediario, de los que no hacen nada "raro", más que cumplir su misión y vivir su vocación lo más coherentemente posible. Bueno... tenía un defecto: se drogaba, se chutaba todos los días y tomaba dos sustancias que le tenían "puesto" todo el día: el Cuerpo y la Sangre de Jesús.
La película en cuestión -que no te lo he dicho- se llama "La última cima" y tengo que decirte que me ha gustado. Ha conseguido hacerme reír, llorar y dar gracias a Dios por la gran suerte que tengo de poder ser sacerdote. No porque los demás oficios o profesiones no merezcan la pena, sino porque esto es a lo que me ha llamado Dios, y así, con mis virtudes y defectos (muchos más defectos que virtudes), quiero seguir sirviéndole.

Llevo ya casi un año por tierras dominicanas, he conocido a algunos sacerdotes, he visto la labor que se hace en algunos lugares y a veces lo comparo con las experiencias pastorales que viví por España, principalmente en Madrid y Valladolid, y veo que, aunque hay algunas diferencias entre los pastores de aquí y de allí en cuanto a las formas, en el fondo la misión es la misma: acompañar a las personas y hacerles descubrir a Dios en sus vidas. Es verdad que en España la situación social y política no ayuda a vivir mucho la fe, pero eso no tiene que desanimarnos para seguir regalando a Dios a todos aquellos que se acercan a nosotros. Eso es lo que debemos hacer, tú allí y yo aquí: regalar a Dios.
Por cierto, se me olvidaba preguntarte: ¿ya has visto la película? -Te la recomiendo. Si quieres ir abriendo boca, hay una página web que cuenta más cosas de esta peli: http://www.laultimacima.com/
Orencio, un abrazo.
Fdo.: Un cura normal, aunque un poco mangante

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