5 de julio de 2010

Un negocio redondo

Queridos mangantes, hace dos días he descubierto el negocio más redondo que he conocido jamás. Os cuento...
Veníamos el domingo pasado de realizar una convivencia vocacional en Jarabacoa. Volvíamos para la capital, a la noche, en dos carros. De repente, en el carro en el que iba yo vemos un hoyo (un bache) inmenso en la carretera. Algo nada extraño de encontrar en la principal autovía del país que comunica las dos ciudades más importantes: Santo Domingo y Santiago de los Caballeros. Y sin poder evitarlo allá que pasamos por encima del hoyo. El carro pega un salto y a continuación la rueda delantera derecha empieza a hacer muchísimo ruido. Reducimos la velocidad, nos echamos para un lado de la carretera y nos bajamos para ver qué es lo que había pasado. Y ocurre lo que sospechábamos: ha reventado la rueda...
Miramos alrededor y vemos que en la misma situación que nosotros hay otros tres carros. ¡Qué curioso!
A los cinco segundos, aparece un motorista y un carro. El señor del carro nos dice: "estén tranquilos y déjense ayudar por el muchacho de la moto, nos ha ayudado a nosotros y es de fiar". No nos lo pensamos demasiado y preferimos que nos la cambiara el motorista que estaba acostumbrado y lo iba a hacer más rápido. Se acerca a nosotros y nos dice si tenemos la rueda de repuesto, se la sacamos, nos pide herramientas y le entregamos lo que tenemos. Pero la mala suerte es que el gato que le damos es muy grande y no entra debajo del carro. Aparece otro motorista, que saca un gato y diferentes llaves de la moto. Entre los dos ponen la rueda. Al terminar nos dicen que tiene poca presión y que habría que darle aire. Se va uno de ellos hasta la moto y saca una bomba.
Al final les pagamos lo que creíamos razonable y justo por el trabajo hecho, pero ellos nos piden más. Accedemos y les aumentamos algo el donativo.
Cuando nos montamos en el carro, es cuando empiezaron las preguntas:
- ¿No es mucha casualidad que haya varios carros con el mismo problema?
- ¿No es mucha casualidad que haya un hoyo de tal magnitud y que estos dos individuos aparezcan como de la nada?
- ¿No es mucha casualidad que uno de los motoristas tenga todo tipo de herramientas para reparar las ruedas dañadas?
- ¿No sería mejor parchear el hoyo con algo de alquitrán para evitar todo esto?
A todos estos interrogantes sólo les veo una respuesta clara: estos señores tienen un negocio redondo; redondo porque viven del arreglo de las ruedas, y redondo porque se sirven de algo para montar una auténtica empresa, que no les da ningún gasto y todo beneficios. No tienen que anunciarse en ningún cartel de la carretera, ni idear ningún tipo de marketing para que la empresa fructifique y siga para adelante. El mejor anuncio de la empresa es el hoyo. Lo único que tienen que hacer es estar ahí "al quite" y cuidar y mimar el bache para que les reporte todos los beneficios posibles. No sé si ellos han hecho el agujero en la carretera, pero lo que está claro es que saben vivir muy bien de él. Unos genios, realmente. Hay que felicitarlos por ser tan emprendedores, imaginativos y originales...
Yo no sé en España, pero aquí véis que el Servicio de Ayuda en Carretera funciona, y no hace falta llamarlos.

1 comentario:

  1. Santi! soy Carmen otra vez, me encanta el blog lo leo casi todos los días, un beso desde España!

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