10 de julio de 2010

Un mariposa para María

Hola, María:
Acabas de llegar a este mundo, hace sólo un día que has abierto los ojos y has visto la cara feliz de tus padres que te contemplan con admiración, con cariño y alegría.
Te aseguro que eres una niña afortunada y dichosa, porque has nacido en una familia que te quiere y te querrá. Has sido muy esperada y te aseguro que tus padres y tu hermana te darán lo mejor para que crezcas con salud y descubras los grandes secretos de la vida.
Seguro que mientras estabas en la barriguita de mamá has escuchado muchas cosas sobre lo que "se cuece" en este mundo, y probablemente hubieses preferido quedarte encerrada dentro de mamá, para no tener que sufrir y ver sufrir a otros.
Habrás oído que hay guerras, que hay gente que se mata por tener más poder y más dinero... Habrás oído que algunos papás no quieren tener a sus hijos y abortan para "quitárselos de en medio"... Habrás oído que hay una crisis económica que afecta a millones de habitantes... Habrás oído que hay niños que mueren de hambre, especialmente en África... Habrás oído que muchos papás se pelean y se separan...
Pero, por si no lo sabes, te cuento también que hay muchas otras cosas que merecen la pena: cada día vas a poder contemplar un sol radiante que iluminará tu día...; tendrás una hermana, Irene, que te ayudará y cuidará, que va a compartir sus juguetes contigo y te llevará de la mano...; te hablarán de un Papá especial que tenemos en el cielo y que se llama Dios, que ya desde la barriguita de mamá te ha cuidado...; te presentarán a otra persona que se llama como tú, María, y que está también en el cielo cuidando de nosotros...; podrás ir a la escuela para aprender muchas cosas y así poder cambiar todo aquello que no funciona bien en este Planeta Tierra...
Si hubieras nacido aquí, María, tus padres te presentarían en Misa el Domingo, recibirías la bendición del sacerdote y el Coro con todo el pueblo te cantaría: "Bienvenida".
Normalmente en este blog envío mangos a la gente, porque es una fruta típica de aquí, República Dominicana. Es muy dulce y refresca mucho. Pero a ti te quiero enviar una mariposa. Aquí son muy grandes y tienen muchos colores, se posan en las plantas de nuestro jardín y adornan el paisaje. Y quiero que recibas una mariposa porque deseo que tu vida se como el vuelo de la mariposa: elegante y sencillo, posándote en diferentes lugares (tus papás, tu hermana, tus abuelos, los amigos...) y de cada uno de ellos aprendas a vivir la vida. Y también quiero que tus alas sean bonitas como las de las mariposas y así puedas alegrar la vida de los que viven a tu alrededor.
Bueno, María, da recuerdos a tus papás, Manuel y María, y a tu hermana Irene y diles que donde comen tres, comen cuatro.
Un beso

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